La primera vez que estuve en la Ciudad de México, me alojé en el hotel Casa de la Condesa, que estaba cerca de la estación de metro Insurgentes. Descubrí que esta estación fue nombrada así debido a la Avenida de los Insurgentes, la cual es la avenida más extensa de la ciudad (28.8 kilómetros) y sirve como uno de los principales ejes viales del Distrito Federal.
Al principio, el nombre de “Insurgentes” me sonó un poquito raro porque en inglés no es muy común poner este tipo de nombre a una calle. En los EU la palabra “insurgente” se usa más cuando se quiere describir personas que luchan contra un gobierno por la fuerza, y usualmente insurgentes son personas non gratas.
Al contrario, en México se venera a los insurgentes, que se refiere a los héroes que lucharon por la independencia de Nueva España del dominio español en el siglo XIX.
Recientemente, Hillary Clinton, la Secretaria de Estado estadounidense, dijo que debido a sus tácticas de operación e intimidación, los cárteles del narcotráfico en México se están transformando en grupos insurgentes. Esta idea fue rechazada por líderes en México, quienes dijeron que aunque los cárteles son grupos de delincuencia organizada, no tienen ninguna agenda política como insurgentes de verdad.
Desde mi estancia en el Distrito Federal, yo he visto otros usos de la palabra “insurgente” en algunos lugares inesperados:
- Universidad Insurgentes, una universidad en la Ciudad de México
- Morelos Insurgente, una marca de arroz super extra delgado, que yo encontré en el dólar mart Waldo’s en Cuernavaca
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Insurgente Pípila, una primaria cuyos alumnos marcharon en un desfile en Guanajuato
- Hotel Insurgente Allende, un hotel en la ciudad de Guanajuato.
¡Vivan los insurgentes!